viernes, 24 de abril de 2009
Live together, die alone
Quisiera comerme el mundo y el mundo no se lo come nadie. Y yo no aprendo, y pasan los días.


La presencia no es mala, es más mala la existencia.


La vida es un remolino que da vueltas en el mismo sentido, cada vez.


En la vida hay que seguir el correr, toda la vida corriendo, ¿por qué? Tiene mucha guasa que el mundo lo han hecho del revés.


Hace un par o tres de días vi un reportaje de Gran Angular. No suelo hacerlo - el ver reportajes - y es vergonzoso que lo diga, pero es la cruda verdad. El reportaje en cuestión que me enganchó fue Bon aire. Bon aire es un geriátrico de la Barceloneta.

Bueno, en los geriátricos ya se sabe. Muerte, angustia, ansiedad. Luego ponen una fiesta con música de salsa y todos contentos a reir y a hacerse fotos. Pues vale.

Y luego está el alzheimer, ese viejo alemán que esconde cosas, como se suele decir.

En el reportaje salen varias ancianas con esta enfermedad. Y decían esas *señalo las citas de arriba* cosas. Esas perlas. Esas verdades como puños que duelen muy adentro y que calificamos de delirios, pero que esconden secretos de profundas y elaboradas reflexiones. Que son como los restos y la basura de una vida en decadencia. Las conclusiones de una existencia.

Pensándolo en frío, y sin ánimo de ofender a nadie, quizás (digo quizás) una de las mejores maneras de llegar al final de la vida es siendo consciente de lo efímero, de lo insignificante y de lo triste de la realidad. De la frustración al darse cuenta de que no se es el centro del mundo. De que la vida no esta hecha ni por ni para los humanos, que somos simples átomos con aspiraciones que nos quedan demasiado grandes.

Decimos que tenemos nostalgía, que nos invade la melancolía. Que estamos tristes porque se han ido los tiempos en los que éramos espléndidos, radiantes. Pero sin recuerdos, solos y aislados, el cerebro nos muestra lánguidos y débiles. Inconscientes por fuera, conscientes por dentro. Sabios, al fin y al cabo; experimentados y escarmentados por una vida de la que sólo hemos necesitado unos ínfimos años para entender.

Un poco live together, die alone, que dicen por ahí.

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posted by Nerea at 21:19 | Permalink |


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