Sawyer está enfadado. Cuando Sawyer está enfadado, prefiere alejarse antes de rebentarle la cabeza a alguien. Esta vez no tiene muy claro de quién es la culpa, así que mejor ahorrar fuerzas y energías y no ensuciarse. Y se adentra en la selva. Oh, vaya si se adentra. Prefiere ir a buscar palos para hacerse un tirachinas que continuar entre esos imbéciles.


Pero ni en la selva le dejan tranquilo. Se oye ruido entre los matorrales. Y sale la bestia. La bestia de castillo que ya vimos en otra películas. Esa Bestia que gritaba a Bella, esa Bestia que languidecía al son de una rosa marchita.
- ¿Qué coño haces tú aquí? - dice Sawyer.
- No, la pregunta es qué coño haces tú aquí. - ruge la Bestia. - Bueno, y quién eres.
Se desafían con la mirada. Son orgullosos, altivos, desconfiados.
- ¿Habéis oído mi mensaje? Llevo 16 años emitiéndolo desde el castillo. - dice la Bestia.
- Llámame idiota, pero pensé que lo había grabado una mujer francesa.
Tensión. Hay unos instantes de silencio. Ninguno de los dos se mueve.
- ¿Cuántos más hay como tú? - se prepara la Bestia.
- Unos cuantos. Pero te los puedes comer a todos, no me importa.
- ¿Hay algún médico entre vosotros? - pregunta la Bestia nervioso.
- Sí, ¿saben mejor, Chewaka?


Se dirigen hacia la playa. La Bestia se presenta - hola, qué tal, soy la Bestia, encantado. Él vivía alegremente en su castillo, pero llegó el día en que se dió cuenta de que Bella había sido el mayor error de su vida. Que él quería viajar y acabó sirviendo a una niña plasta de 16 años que leía tanto que olvidaba hasta comer y llegó a olvidarle a él también. Se divorciaron y Bella se quedó con el castillo. La Bestia salió del mal trago subiéndose a una barquita y huyendo. Llegó a la isla, y a los tres días una tormenta se llevó su barco. En 16 años le dió tiempo a construir un castillo pero no a construir una balsa para largarse de allí, así que aquí es donde vivo.

Desde la muchedumbre, que escucha atenta, alguien pregunta:
- ¿Pero tú no te habías convertido en tío?
- Al separarme de Bella, se jodió todo otra vez. Por eso necesito un médico.

Jack accede aunque no tenga ni idea de zoomutaciones, y a los tres días da con la solución. Sawyer simula no atender, lee un libro con los ojos achinados, intentando enfocar la vista para juntar las letras.
- Un beso. La solución es un beso.


No nos juzguéis por esto. En realidad no necesitamos psiquiatra, tenemos vuestros comentarios. :)

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